Like most people of my age, I just existed


Kick Ass









viernes, 23 de marzo de 2012

Un poquito de Adam

Cuando me reporto, me reporto al 100%!
De nuevo, debería estar estudiando (para mi prueba de frances)
Salut, je m´appelle Giselle, j´ai reserve un voyage a Dubai mais il y a un imprevu...
Pero de la nada Adam apareció en mi cabeza y de algún modo termine con esto. Es poquito, nada wow. Sin embargo quería compartirlo con ustedes, me siento culpable por abandonar todas mis historias.

Ya no molesto más, a leer.


Sus ojos verdes iban de un lado a otro pero su mente estaba ausente. Podía sentir como sus hombros golpean a los demás pero ni siquiera se dignaba a verlos. Era como un robot, caminaba pero no tenia idea de porque o para a donde iba, tan solo caminaba.

Se marchó

Era lo único que cruzaba por su cabeza. Y todo por su culpa. Pudo detenerla pero no lo hizo. Pudo decirle lo que realmente sentía y en cambio eligió a Olivia. ¿Acaso estaba mal querer una vida normal? Ya era bastante lidiar con su retorcida existencia para ahora tener que soportar los problemas en los que Liz se metía.

El ángel la ayudara – se repitió lo mismo que ese día en el aeropuerto – Yo no puedo hacer nada por ella.

Estaba haciendo lo correcto, desde el momento en que se involucro con Liz las cosas se convirtieron extrañas y problemáticas. Era mejor si estaban lejos, mejor si era todo el Océano Atlántico el que los separaba.

Pero si había hecho lo correcto, ¿Por qué se sentía incompleto?

No la amaba, no podía amarla. Ni siquiera la conocía tan bien, ni siquiera habían compartido tanto. Aún así, ella le provocaba más sentimientos que Olivia, con quien había estado por años.
Una canción melancólica que se escuchaba en el interior de una tienda reclamó su atención. Se detuvo provocando que alguien chocara con su espalda.

- ¿Cuál es tu problema? – se quejó la persona

Adam lo ignoró, la canción había desaparecido sin esclarecer su procedencia pero se había topado con una televisión, un capítulo de Friends reclamaba su atención.
Entornó los ojos

- Debe ser una broma – susurró

Era el final, donde Ross corre hasta el aeropuerto para decirle a Rachel que la amaba.
¿No era bastante con la culpa que sentía todos los días?

- Hasta Ross tuvo las agallas

Observó el capítulo hasta el final y algo en su interior se removió al momento en que la cámara enfocó el apartamento vacío. Todo tenía su fin, era el ciclo de la vida. Era momento de que lo suyo con Liz terminara, aunque ni siquiera hubiera empezado en realidad. Quizás con ella lejos podría darle una oportunidad a lo suyo con Olivia.

Recordó el rostro de Olivia, era lindo, adorable y abierto. Era una chica de la que se podía enamorar fácilmente, quien sabe, hasta podían llegar a casarse si jugaban bien sus cartas. De pronto se imagino en una casa a las afueras de la ciudad, llegando del trabajo, saludando a Olivia, a sus hijos, una vida normal.

- ¡Elizabeth! – el grito lo sacó de sus pensamientos – Ven acá

Se dio la vuelta. Una niña pelirroja con gran sonrisa corría hasta, supuso, su madre y la tomaba de la mano.

Parpadeó, mientras la culpa regresaba a su organismo. Esa sola palabra había detonado sus pensamientos nuevamente.

Alguien allá arriba debía odiarlo.
De la nada sonrió por su idea, no era un simple dicho, alguien allá arriba si lo odiaba.

Regresó su mirada a la pantalla, en la que ahora iniciaba un nuevo programa. Aunque quisiera, ya era muy tarde. Ella ya se había ido, hasta cierto punto lo había abandonado, ¿o él a ella? Era realmente difícil definirlo, ambos se habían lastimado mutuamente.

Tal vez ahora, ella si lo quería lejos. ¿Y quién era para negárselo?

Miró hacia el frente, un pequeño rayo de luz atravesó las espesas nubes. Quería pensar que era una señal, pronto su vida eliminaría toda la oscuridad y encontraría su rumbo de nuevo. Inspiró profundamente y reanudó su marcha, esperando, tan solo esperando.


Besos y abrazos
Giselle d Ulliel

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